martes, 29 de junio de 2010

Psique

Según la historia, inmortalizada por Apuleyo en su Metamorfosis, Psique era la menor y más hermosa de tres hermanas, hijas de un rey de Anatolia. Afrodita, celosa de su belleza, envió a su hijo Eros para que le lanzara una flecha de oro oxidado, que la haría enamorarse del hombre más horrible y ruin que encontrase. Sin embargo, Eros se enamoró de ella y lanzó la flecha al mar; cuando Psique se durmió, se la llevó volando hasta su palacio.

Para evitar la ira de su madre, una vez que tiene a Psique en su palacio, Eros se presenta siempre de noche, en la oscuridad, y prohíbe a Psique cualquier indagación sobre su identidad. Cada noche, en la oscuridad, se amaban. Una noche, Psique le contó a su amado que echaba de menos a sus hermanas y quería verlas. Eros aceptó, pero también le advirtió que sus hermanas querrían acabar con su dicha. A la mañana siguiente, Psique estuvo con sus hermanas, que le preguntaron, envidiosas, quién era su maravilloso marido. Psique, incapaz de explicarles cómo era su marido, puesto que no le había visto, titubeó y les contó que era un joven que estaba de caza, pero acabó confesando la verdad: que realmente no sabía quién era. Así, las hermanas de Psique la convencieron para que en mitad de la noche encendiera una lámpara y observara a su amado, asegurándole que sólo un monstruo querría ocultar su verdadera apariencia. Psique les hace caso y enciende una lámpara para ver a su marido. Una gota de aceite hirviendo cae sobre la cara de Eros dormido, que despierta y abandona, decepcionado, a su amante.

Cuando Psique se da cuenta de lo que ha hecho, ruega a Afrodita que le devuelva el amor de Eros, pero la diosa, rencorosa, le ordena realizar cuatro tareas, casi imposibles para un mortal, antes de recuperar a su amante divino. Como cuarto trabajo, Psique tenía que ir al Hades y pedir a Perséfone, la reina del inframundo, un poco de su belleza que Psique guardaría en una caja negra que Afrodita le dio. Psique fue a una torre, decidiendo que el camino más corto al inframundo sería la muerte. Una voz la detuvo en el último momento y le indicó una ruta que le permitiría entrar y regresar aún con vida, además de decirle cómo pasar al perro Cerbero, Caronte y los otros peligros de dicha ruta. Psique apaciguó a Cerbero con un pastel de cebada y pagó a Caronte un óbolo para que le llevase al Hades. Una vez allí, Perséfone dijo que estaría encantada de hacerle el favor a Afrodita. Una vez más pagó a Caronte y le dio el otro pastel a Cerbero para volver.

Psique abandonó el inframundo y decidió abrir la caja y tomar un poco de la belleza para sí misma, pensando que si hacia esto Eros le amaría con toda seguridad. Dentro estaba un «sueño estigio» que la sorprendió. Eros, que la había perdonado, voló hasta su cuerpo y limpió el sueño de sus ojos, suplicando entonces a Zeus y Afrodita su permiso para casarse con Psique. Éstos accedieron y Zeus hizo inmortal a Psique quien junto a Eros tuvieron el hijo que se llamó Placer.

En esta historia, la metáfora señala que el amor y la mente (alma) se aman y desean, y de su unión surge el Placer. Solamente cuando las intrigas y los engaños se interponen, son separados, pero solo temporalmente porque su vínculo trasciende la muerte para volverse a unir.

En cuanto a la medición de competencias se refiere, me atrevo a asegurar que se trata de una sutil exploración de la psique del individuo estudiado porque se busca descubrir ciertas características (competencias) que se requieren para determinados roles o responsabilidades. Descubrir siguiendo el mito de Psique cual es el fruto de la unión, en el individuo objeto de estudio, de su mente y de su amor, vale decir que le causa placer y por tanto para que es más apto.

Así, la medición de competencias es una ciencia relacionada con la mente, un búsqueda en la intimidad del ser, que según se haga con los instrumentos adecuados, donde la confiabilidad y validez del mismo, son las claves para hacer el diagnostico acertado sobre la existencia y el grado en que una competencia esta presente.

3 comentarios:

  1. Definitivamente debo mejorar mis habilidades de síntesis, porque al tratar de resumir puedo decir cosas que confundan, en realidad en la publicación hablo del mito de Psique, lo cual implica la concepción griega antigua de ese concepto, donde psique es alma, la fuerza vital de un individuo, unida a su cuerpo en vida y desligada de éste tras su muerte. En la actualidad el término se mantiene en varias escuelas de psicología, perdiendo en general su valor metafísico: se convierte así en la designación de todos los procesos y fenómenos que hacen la mente humana como una unidad.

    En otras palabras hoy en día no es lo mismo mente y alma y quizás debo corregir la publicación haciendo una aclaratoria sobre la evolución del significado del termino Psique, llegando a los estudios de Freud quien propuso la diferenciación entre conciencia, inconciencia y superego, las cuales no son realmente entidades delimitadas, sino partes de un todo que es la mente.

    Debo reconocer que solo soy un aficionado a estos temas y hago asociaciones libres entre los mitos griegos, la administración y en estos momentos la medición de competencias.

    Miguel A. Rodríguez

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  2. No te sientas amenazado Miguel Ángel, se trata de un tema sumamente interesante, que podríamos abordar desde distintos enfoques, pero aquí me refiero al estrictamente personal, y te agradezco me des la oportunidad de compartir. El cerebro es tan frágil… nuestros procesos mentales están tan condicionados a su funcionamiento… es inevitable “el deseo” de trascendencia que le cargamos al alma.

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